Madre cocinaba cariciasen los rincones de la infanciacuando no existía hambreen el resto del mundo
las hojas cayeron de todoslos árboles de todos los diariosy el dolor se hizo carneen la insensibilidad terrestre
madre cocina cariciaspor toda la eternidadpara que olvide un segundocuanto mundo come el hambre
Ahora que hay que vivirel tiempo de la incertidumbrerenace la queja del sinfuturoal tiempo lento que se olvidaque el desaber golpea másal todo hambre que nada sueñapor no poder callar su espanto
venden un voto que nada valeen el momento previo a la disolución
¿Por dónde pasalo que ya no espero mira para atráscomo si se despidiera?
¿cómo escucha los espasmosquien siempre duermey asesina sueñosen soledad?
¿qué caminos desandóesta memoria para queseas perfección en un tiempoya sido tan presente ya sido?
No es de bueno que el solalumbra nuestros díases su odio el que lo consume
ni canta el poeta los sueñosde felicidad o tristeza escapa de la sombra del sol
tampoco vacila la luz del fósforoen un vaivén de tonalidadeses un nuevo poema que se acaba
Me diste un saberal tiempo que comías la memoriay serruchabas las piernas
me crezco de recuerdos de mentiraque no me sonhaciéndome un otro que nadie quiso
Ya que vos la ves decileque todo la nombra cuandoel frío clava sus puñalesdespertando un cuerpo absortoseguro ya de no sentir
ya que vos decís lo que vesy todo se te debe inclusoesos pañales de hijos queno vendrán ni en ficciónhabría que sinceridarse
ya que vos te vas decite cuánta ausencia te nombra en mi absurda oscuridad