La poesía no es la tempestad
como tampoco el ciclón
es un río majestuoso y fértil
Conde de Lautreamont
bajo la luna
haciendo lo que se puede
recorriendo los márgenes
que tocan de un sitio
a otro y que
vienen como se
vienen los chorros
de golpe sin
avisar como
si le hubieran
comido el timbre
los ratones
EL RÍO CORRE POR UNA GARGANTA ESTRECHA, NACÍA EN UN ARROYO
MUCHO MÁS ARRIBA EN UNA CUENCA REDONDA. ACÁ TODO SE RESECA
CON EL DOLOR DE CABEZA DE LAS MADRUGADAS, SÓLO SE VE LLEGAR
EL AGUA EN CUENTAGOTAS
de espaldas como si con agua
al río un se puede lavar
un gato estilete las palabras
se lame que éstas tienen
solo horada alguna chance
y las de seguir
se horas siendo
ríe
del mundo
