No tenga miedo del vaivén
agarre la mano que pueda
apretando tan fuerte que duela
hamaque los miembros
de a uno hasta que duerman
tampoco tenga miedo del desdén
tomado de esos dedos dislocados
que locos serpentean pendulando
en el silencio solemne del lugar
no tenga miedo del vaivén
vaya
venga
agarre la mano
que pueda
No hay comentarios:
Publicar un comentario