El contacto con las baldosas hiela la sangreahí está la piedra con la que tropezamossiempre más de una vezy las curvas del camino que despistana los más despiertos en la tragediatambién pasa el río que nunca es el mismoen esa misma tierra crece el granoque alimenta la codiciatambién hay algo másla inmensidad del cieloque hasta el mayor de los miopessin lentesnota su perfección uniformehasta creerse curado
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