domingo, 17 de julio de 2011

Cercanías

No siento el mar cuando la llama
de la espera rompe olas incontables
contra un cuerpo que se baña solo
en la playa muda de la infinidad

tampoco aporta el mundo un ruido
que apague los ecos ciertos por venir
desde el centro mismo del arrabal
visitado desde siempre con asombro

mas canta alto el silencio sano
en estruendo solemne   todo sal
ya sin espinas     en todo tono
el canto verde      del más acá

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