Las piernas tan abiertas como quietas
perforando el suelo de quietud
la cara no decía nada pero
los ojos anunciaban que la búsqueda
era hacia adentro porque nadie
de afuera le llegaba en verdad
buscaba y buscaba sabiendo de cierta
presencia pero sin saber el tiempo
es o era se preguntaba sin decir
y revisaba los rincones más ocultos
mientras eso era le respondían
buscaba y buscaba el corazón del corazón
y encontró huecos vacíos hasta reventar
tanta nada había que las voces eran eco
llenando recovecos con las formas de su ayer